Cambios en el cuerpo de la futura Mamá

Tu cuerpo se prepara durante el embarazo y sufre algunos cambios, entre ellos tus senos se transforman para el momento de amamantar a tu futuro bebé.

Es común que el primer síntoma sea la sensibilidad, acompañada de ligeras molestias y sutíles dolores, así como hinchazón de los senos. Así se inicia el aumentando de tamaño como consecuencia de la acumulación de grasa en esta parte. Este crecimiento se mantendrá durante los tres primeros meses.

A medida que tus senos crecen es posible que aparezcan estrías y picazón como consecuencia del estiramiento de la piel, por eso es importante que apliques cremas humectantes que eviten el daño. También es posible que aparezcan venas azules como consecuencia del suministro de sangre a los senos.

Cambiará el aspecto de tus areolas, ellas se oscurecen y aumentan su tamaño. Además, las pequeñas glándulas que contienen, se elevan y se vuelven irregulares, produciendo una sustancia aceitosa para evitar la sequedad en los pezones.

El último cambio que notarás, será entre la semana doce y la catorce, donde se pueden producir las primeras secreciones. Se trata del calostro, el alimento que recibirá tu bebé en sus primeros días de vida, esta secreción sale sola o al masajear el pecho, pudiendo darse también con la excitación sexual. Al principio tiene un aspecto más espeso y amarillo que se irá aclarando según se acerque el momento del parto.

Serán varios los cambios en tu cuerpo, pero recuerda que todos ellos están determinados por la naturaleza para transformarte en Mamá y prepararte para recibir a tu bebé, no dejes de vivir la experiencia de Amamantar a tu Bebé.